INFIDELIDAD CON EL SECTOR SERVICIOS
Es curioso que la infidelidad matrimonial, debida a la falta de acuerdo por una serie de diferencias que no se dejan pasar por encima, transcienda de este ámbito tan cercano, a otro más social. Es decir, que la falta de adhesión a otra persona se produce también con profesionales que necesitamos de sus servicios habitualmente.
Me refiero a la falta de confianza y de respeto con el médico, con el mecánico, con el profesor, con el portero, con el cajero… ¡Sí, es verdad a veces se ofrece un mal servicio! También hay malos profesionales ¿Pero no será que nos estamos volviéndoos unos intolerantes? ¡Sí, sí, unos intolerantes con buenas maneras! Pedimos que se nos ofrezca un servicio, no de Ia mejor forma, sino de la más cómoda y rápida posible. Y como utilizamos buenas maneras ya creemos que se justifica todo.
Creo que la confianza en el profesional es fundamental para que haya una buena calidad en servicio. Se puede contrastar con otros profesionales, pero una vez elegido uno, hay que serle fiel cuando se este dando por entero al servicio que pedimos. Lo contrario lleva a la desconfianza disimulada por todos.
Cuesta, pero el fiarse es imprescindible una vez tomada una decisión pensada. Hay que aceptar lo diferente cuando ofrece el mejor servicio. Tolerar en las formas variadas de hacer las cosas. Esto si que es una sociedad segura, tolerante y eficaz.