LOS VALORES HUMANOS ¿UN CUENTO CHINO O ALGO NECESARIO?
Algo muy presente en nuestros días y de lo que se habla mucho en educación, en política y en el mundo de la empresa. Son valores conocidos por todos como: La paz, el amor, la generosidad, la alegría, la solidaridad, la fortaleza, la fidelidad, la amistad, la tolerancia, igualdad, el compañerismo, la vida, la familia, la entrega, la honestidad, la sinceridad, la trascendencia, el respeto, la compresión, el orden, la audacia, el consenso, la misericordia, la veneración por los mayores, la esperanza,…En muchos casos se les pone un apellido para especificar de que tipos de valores se esta hablando: valores democráticos, valores humanos, etc. El caso es que los tenemos tan presentes en nuestra sociedad que se habla de educar en valores, como queriendo decir que es importante inculcarlos
Pero ¿qué es un valor? Porque se habla de ellos pero no nos acercamos a su pleno sentido, por lo que no nos damos cuenta de si son un cuento chino o de si son algo realmente necesarios para el Hombre. Un valor es dar importancia, mediante los hechos, a una realidad humana, tan propia del Hombre, que nos hace diferenciarnos de cualquier forma de vida. Y lo que nos diferencia, es que nosotros necesitamos motivos para vivir o para darle un sentido a nuestra vida. Y este sentido o motivos para la vida son los valores humanos.
La muerte de un ser querido, una muestra de verdadera amistad o de verdadero amor, a una persona que tiene muy inculcados los valores humanos, no le dejaran indiferente estas tres situaciones tan humanas. Le harán reaccionar de una forma muy humana.
Además la vida humana se nos presenta como un continuo progresar -comenzar y recomenzar- por alcanzar estos valores humanos. Y es que la vida humana es un continuo crecer en todas las dimensiones del hombre, pero sobre todo en su dimensión humana. Y esta dimensión humana, que la componen los valores humanos, es lo que da sentido a lo que entendemos por Hombre, en su doble manifestación: mujer y hombre. Y a su afán por alcanzar el bien que más queremos la Felicidad, valor de los valores.
Por tanto no podemos ser indiferentes a los valores, por que la persona que lo hace será alguien infeliz y no tendrá sentido la vida para él. Igualmente la persona que inculque contravalores recogerá frutos amargos.
Creo por tanto que habría que establecer una jerarquía de valores sociales y familiares necesarios para un buen desarrollo de estas dos realidades e inculcarlos desde la familia, la escuela y los medios de comunicación. Y no transigir, ante realidades como las drogas o el terrorismo, ante los que “venden” contravalores.