CONSUMIBLE

Se dice que vivimos en una sociedad consumista, porque gastamos más de lo que necesitamos. Nos permitimos comprar caprichos, cosa innecesarias, porque tenemos un afán de consumir desorbitado, por nuestro afán de tener siempre lo último, lo mejor, ... Pero consumismo, no es solo esto, es más, de hecho esto es solo el reflejo más perceptible de lo que es el consumismo. Porque el consumismo consiste en plantear la realidad como producto a consumir, y no solo en gastar por gastar.

Y es que, ahora, a todo le damos forma de producto. El fútbol, por ejemplo, es un producto, por el que se paga, para disfrutar de él. El placer es otro producto, que tiene variadas gamas de consumo. La información, ya lo es desde hace tiempo, es un negocio que lo consumimos en forma de Tv., Internet, periódicos, ... Ya no somos pacientes en el dentista, sino clientes. Hemos llegado, para perplejidad de todos, al extremo de convertir en un producto, el poder dar la vida, con la fecundación In Vitro. O el quitarla, con la interrupción voluntaria del embarazo y la Eutanasia. Los libros, la vivienda, la playa, la gastronomía, el descanso, los embriones, el sexo, los hobbys, ... Les damos formato consumible, perdiendo su autenticidad.

El afán no esta solo en consumir, sino en hacer todo consumible. Parece que no se disfruta o aprovecha algo, sino se paga, o se manifiesta como un negocio a beneficiarse. Y claro está. no todo es consumible, ni todo conviene presentarlo así. Porque sino entramos en un stress obsesivo por conseguir el producto en su mejor y más reciente versión. En vez de que nos sea útil, o como algo que nos haga disfrutar. Es una reducción en la vida humana y social.