VIOLENCIA DE GÉNERO

No se, si nos estamos convirtiendo en unos puritanos, o en unos incoherentes, o es que, sencillamente, no nos damos cuenta del fondo del problema. El caso, es que en una sociedad tan sensibilizada como la nuestra, con la violencia de genero, nos alertamos, y con razón, cuando aparece un nuevo caso de violencia. Pero, en vez de buscar a que se debe este fenómeno, nos quedamos, solo, en condenarlo.

La violencia de género, no es violencia domestica, aunque a veces se suceda a la vez. Es violencia, entre géneros, masculino y femenino. Es decir, por la diferencia que aparece, en la relación entre un hombre y una mujer, por ser de sexo distinto. Esta diferencia que se supera, porque esa diferencia sexual, es la que nos hace atraernos, mutuamente, a los dos sexos, pero que, en algunos casos, esa atracción, se pone por encima de los derechos más fundamentales de la persona. Siendo un mero objeto de satisfacción sexual, y no aquella persona, que erais el uno para el otro.

Por eso, cuando aparecen anuncios que despiertan el instinto sexual, para anunciar un producto, con un hombre o mujer atractivos, o en situaciones seductoras, o, sencillamente, con poca ropa, nos están ofreciendo una imagen del sexo contrario, como algo que nos quiere violentar la estabilidad que nos ofrece la razón, con la impulsibilidad de instinto. Que tiene su lugar y su momento, por que es propio de las personas, pero que se antepone, curiosamente, para venderte algo que no tiene que ver, a la persona que tiene ese cuerpo, y que es la que te atrae.

Los anuncios deberían ofrecer la feminidad y la masculina, pensando en que somos personas, capaces de captar lo bueno que tiene la diferencia de género, y lo grandeza que hay en cada persona que conocemos.