OPINIÓN CIUDADANA

La historia nos muestra que las crisis nacionales, que ayudan a la estabilidad de un país, se deben a decisiones que toman las sociedades, y no los políticos. Es decir, que los ciudadanos respaldan a los políticos, hasta que toman alguna decisión con la que no están de acuerdo.

Algo así fue lo que ocurrió con la manifestación del día 4 convocada por la AVT. Ésta sirvió para dejar claro que aunque en el Congreso de los Diputados la mayoría de los diputados votaron que cabía la posibilidad de pactar con ETA (menos el PP), en la calle miles de personas, victimas de ETA y ciudadanos, votaron no pactar con los terroristas.

Fue una manifestación tranquila y sin incidentes, que mostró la opinión clara de muchos españoles que asistieron, y la de los que nos pudimos estar presentes. Que las victimas son sagradas, porque representan a todos, porque todos podemos ser victimas del terrorismo. Que pactar con los terroristas independentistas no viene a cuento hasta alturas, y menos si es según sus reglas, la de los asesinos. Y que, por favor, hay que volver a la línea de “ahogo legal” que se estaba haciendo con ETA y con su brazo político.