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¿PERO SE ENTERAN DE ALGO LOS NIÑOS

Una idea que comparten algunas personas sobre los niños es que no compensa dedicarles tiempo a enseñarles los valores humanos, porque cuesta mucho esfuerzo que te entiendan lo que les dices, y porque encima luego parece que no se enteran, cuando observas su modo de actuar atolondrado.

Piensan que sólo los adolescentes y los jóvenes son capaces de empezar a entender que es el altruismo, o que hay que ser trabajadores, o como es la vida,… Vamos que reducen la educación integral de la persona a los que, según ellos, pueden entender lo que se les dice.

Nada más lejano de la realidad es esto porque los niños se enteran pero a su forma. Van guardando lo entendido y cuando menos te lo esperas te dicen o hacen algo que te no te lo esperabas para su edad.

Un aspecto de la educación, que se puede enseñar, porque lo van entender, es enseñarles algunas destrezas para que aprendan a auto conocerse. Vamos, hablo de esa asignatura que se queda a medias cuando morimos, y que comienzan cuando empezamos a vivir. Es decir de la famosa pregunta filosófica ¿Quién soy? Y esto aunque parezca increíble lo pueden empezar aprender, y por tanto pueden empezar a madurar, de tal forma que les ayudamos a no dejarlo para última hora como pasa en no pocas ocasiones.
El comienzo del conocimiento propio está en aprender a aceptarnos a nosotros mismos. Los niños empiezan a conocerse cuando otro niño les muestra lo que piensa a acerca de él. Por ejemplo cuando le llaman “cabezón” o cuando le dicen que juega muy bien al fútbol. Entonces ante, esto se acercan a los padres y cuentan sus experiencias. Y aquí solemos dar respuestas tontas o pocas adecuas como: “pues dile que el más”, o “pues claro hijo mío, tu serás como Beckam. Cuando es este el momento adecuado para enseñarles que hay niños poco oportunos, o que es verdad que tiene el hijo la cabeza un poco grande en proporción con el cuerpo pero que no pasa nada,… Vamos para explicarles que hay de cierto en afirmación –es el momento de que se den cuenta de cómo es su personalidad o su físico o como son las demás personas- y para enseñarles a actuar la próxima vez –según unos principios éticos y según la situación-.